lunes, 30 de mayo de 2016

Crítica a la clase de Ética

Este es mi segundo año recibiendo clases de Ética. He de decir que el primer año de Ética para mí fue pésimo, esperaba algo más "interesante" por decirlo así, pero me aburrí mucho de la asignatura, me llevé una decepción, para qué mentir.
Este año esperé más de lo mismo, aunque es y ha sido todo lo contrario a mi anterior año, ha superado mis expectativas con diferencia, pues creo que es la única asignatura a la que en verdad asisto con ganas y motivación.
Mi profesor es uno de los mejores profesores que he tenido a lo largo de los años que llevo estudiando, y no solo porque me encanta su forma de impartir la asignatura, sino porque te enseña algo más allá de la filosofía como lo es la educación y el respeto.
Puede parecer una tontería, o a lo mejor soy yo que tengo una mentalidad antigua, pero lo que he visto este año en mi profesor es lo que me gustaría ver en los/as alumnos/as siempre. 
Una cosa tan simple como saludar al profesor cuando te cruces con él, llamar a la puerta y pedir permiso (con un por favor), mantener el silencio en el aula, respetar las dudas de los/as compañeros/as, etc... Para mí son grandes enseñanzas.
Supongo que el interés que el alumnado ponga en una asignatura no sólo depende de sí mismo sino que también del profesor. Porque se nota cuando a un/a profesor/a le gusta su profesión, cuando viene con entusiasmo a impartir su asignatura, cuando disfruta enseñando.
Cada clase es un repaso de la anterior, y algo nuevo aprendido que se repasará en la siguiente clase. Creo que eso nos ayuda a recordarlo y por lo tanto tenerlo más grabado en la memoria que a si no hiciésemos los esquemas de repaso en la pizarra, nos ayuda a aprendernos la teoría mejor. 
Los exámenes no son los típicos teóricos en los que te dan un elemento a describir y desarrollar, sino que son exámenes en los que las preguntas te hacen razonar y no grabar en el papel términos aprendidos a memoria. También tienen algún lado cómico, que aunque no lo parezca, alivia un poco los nervios y la tensión que suelen causar los exámenes.
Me parece original usar Twitter y Blogger para obtener "puntos extra", los jóvenes usamos mucho este tipo de redes y poder usarlas para algo más que para nuestros asuntos personales está muy bien.
No puedo quejarme en ningún aspecto de esta clase, es de las asignaturas que más me gusta este año.
Sinceramente a la clase de Ética si tuviera que ponerle una nota, sería un 10. 

FILOFOTO



Cuando no sepas a dónde vas,
párate y mira de dónde vienes.

domingo, 29 de mayo de 2016

¿Debe haber ética?

La LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) quiere quitar la asignatura de Ética obligatoria de 4º de la ESO e Historia de la Filosofía en 2º de Bachillerato, por lo que sólo sería obliagtoria en 1º de Bachillerato y las personas que abandonen al terminar la secundaria o decidan seguir una formación nunca habrán recibido esta clase.
No estoy de acuerdo en esto. La filosofía es la única asignatura que nos enseña a pensar, que nos hace reflexionar acerca de nuestros valores y principios, que nos forma como personas.
Este año acabo de conocer la asignatura tal y como es en verdad. Cuando dí Educación para la Ciudadanía y Ética (pues he repetido) he de decir que no era mi asignatura favorita, todo lo contrario. ¿Pero ahora? Ahora me encanta, y es la única asignatura que en verdad me motiva, que hace que tenga ganas de llegar a clase un miércoles a primera hora de la mañana.
¿Cómo pretenden privar a los/as alumnos/as de esta asignatura? Privar de la filosofía a los jóvenes es privarnos de aprender a pensar, de saber.
Es necesario que los jóvenes tengamos una asignatura en la que no solo nos dediquemos a aprender fórmulas, a realizar un análisis sintáctico o a conocer momentos importantes de la historia, sino a analizar nuestros pensamientos.
Nuestro pensamiento crítico está en juego, no solo nos enseña las diversas corrientes filosóficas, sino que nos hace reflexionar del nuestro propio, que nos llena de preguntas pero también de respuestas, respuestas que quedarán sin contestar si nos arrebatan la filosofía de las aulas.
Mantengamos la filosofía en las aulas, mantengamos el poder de la razón en nuestras clases, mantengamos la sabiduría, Salvemos la filosofía.



domingo, 21 de febrero de 2016

¿Hay que respetar las tradiciones?

Las tradiciones siempre han existido, pasan de generación en generación y las hay muy variadas según el lugar del mundo en el que te encuentres, pero, ¿todas deben ser respetadas?
Una tradición puede ser aceptada o rechazada según la sociedad que la juzgue, pues entre sociedades hay diferencias de ideas y pensamientos a cerca de muchas cosas.
Al respecto, esta es mi opinión:
Creo que una tradición debe ser respetada siempre y cuando no damnifique o dañe a un individuo de forma innecesaria, sea animal o persona.
Las tradiciones deberían ser algo que se pueda disfrutar, no lamentar, y si es inofensiva como lo es la típica cena de Nochebuena, la Navidad, el festejo del carnaval, halloween, etc... no veo por qué no deba respetarse.
Es importante respetar los ideales de los demás para que respeten también lo que a ti te gusta, pero pedir respeto hacia una tradición que causa algún tipo de daño creo que, por lo menos para mí, es algo que no pueden pedir.
Un ejemplo es la ablacíon, es decir, mutilación de los genitales femeninos. Se da en al menos 28 países del continente africano y aproximadamente en nueve o diez de esos países el porcentaje de práctica de esta tradición es superior al 70%. La práctica de esta "tradición" es completamente innecesaria y sobre todo una aberración para esas pobres niñas que se ven obligadas a someterse a semejante mutilación.
Como decía antes, si esto aún se da es porque hay personas que lo ven como algo totalmente normal, lo han socializado. Pero en verdad, no se dan cuenta de que no es necesario dañar a una pobre niña y someterla a semejante dolor con objeto de eliminar que puedan sentir cualquier placer sexual.
Se realiza la práctica con técnicas muy rudimentarias, sin ninguna supervisión médica, y muchas de las sometidas a este procedimiento mueren al desangrarse o a los días/semanas por infección.
Esta es una de las tradiciones que perjudica y daña a un individuo de forma innecesaria, otra es la tauromaquía, una tradición en la que se lidia a un toro mientras le clavan estoques, seguidamente banderillas y para rematarlo el torero usa una puntilla. El animal muere ante los ojos de miles de personas de forma cruel y sangrienta, y para la ignorancia de muchos un animal siente dolor cuando lo hieren. Lo matan sin ningún fin racional, sin ningún motivo de peso por el que defender este espectáculo tan horrendo.

Una tradición no debe estar por encima de la razón.